Tokyo Ghoul es un anime dirigido por Shuhei Morita y escrito por Chuji Mikasano, hecho por el estudio Pierrot y con música de Yutaka Yamada, que se estrenó el 4 de julio de 2014. Es una adaptación del manga con el mismo nombre creado por Sui Ishida y pertenece al género Seinen, con toques de gore, misterio y sobrenatural.
Sinopsis
Tokyo,
época actual. Comienzan a suceder unas muertes misteriosas cometidas
por ghouls, seres desconocidos que sobreviven a base de
café y carne humana. Todo comienza cuando Ken Kaneki, un joven
universitario de 18 años, conoce a una chica llamada Rize Kamishiro
en una cafetería y la invita a salir. Tras una cita aparentemente
normal, Kaneki se ofrece a acompañarla a su casa pero al entrar a un
callejón es atacado por ella, quien resulta ser un ghoul.
Durante el ataque, Kaneki se salva por la caída de unas vigas que
matan a Rize antes de que pueda matarlo, pero lo deja terriblemente
herido. Debido a la gravedad de sus heridas, recibe un trasplante de
órganos por el ghoul atacante (Rize Kamishiro). Así, Kaneki
termina convirtiéndose en un ser mitad ghoul y mitad humano:
de ahora en adelante deberá vivir escondiéndose de los humanos sin
tener a quién recurrir.
Crítica
Tras
un comienzo que despierta interés donde se profundiza en la
psique de Kaneki y cómo afronta la locura por su condición mitad
ghoul y mitad humano, la serie comienza a decaer tras
los primeros capítulos. Kaneki se adapta rápido a su nueva
naturaleza y este recurso servirá para explicar a través de su
perspectiva todo sobre el mundo de los ghouls. Lo que
podría ser una ventaja narrativa, acaba por ser aburrido: no hay
nada mejor que aprender observando, no escuchando.
Otro fallo que considero una falta de lógica en el argumento es la sociedad: irreal, en mi opinión. Me explico: en Tokyo Ghoul se representa una sociedad como la nuestra y no una rígida, vigilada, con toques de quedas o fuertes medidas defensivas: lo único que llama la atención son los equipos anti-ghouls. No es que sea un defensor del orden y la ley pero seamos claros: es una sociedad que vive con monstruos que comen personas y que llevan mucho tiempo sabiendo de la existencia de los ghouls, ¿en serio? Hagamos, por ejemplo, la comparación con Parasyte, donde los parásitos acaban de aparecer y rápidamente toman medidas de precaución: si los humanos no están encima de la cadena alimenticia, la sociedad cambiaría radicalmente.
Otro fallo lógico más son los propios ghouls: en principio, éstos matan personas para alimentarse. Sin embargo, después se demuestra que los ghouls tienen sentimientos y que pueden alimentarse de cadáveres sin necesidad de matar. Este argumento entra en conflicto con la primera premisa y sólo nos queda aceptar la explicación de que los ghouls son psicópatas que matan personas sin ninguna explicación, pues en caso contrario, ¿por qué matan? Dicho esto, el dilema de que los ghouls tienen que matar para sobrevivir se desmorona.
Las
peleas, por su parte, pierden toda tensión por el plot armor que
tienen los personajes: el espectador sabe que no morirá, por lo que
no tiene sentido emocionarse en los combates. Incluso en una ocasión,
uno de los personajes -Tsukiyama-, se come a sí mismo para
sobrevivir y “reaparecer” por arte de magia. Por su parte, en mi
opinión los personajes no tienen ningún carisma, son personajes
unidimensionales o bidimensionales de una caracterización
psicológica muy pobre o poco desarrollada: el propio Kaneki pierde
toda su personalidad poco a poco. Precisamente el final de la primera
temporada se resuelve mediante un deus ex
machina, donde
Kaneki pasará de ser un protagonista inútil a un
protagonista badass, sin ninguna explicación.
El
diseño y la animación muestran buena calidad aunque no tienen nada
especial que resaltar. Por su parte, las coreografías de pelea
resultan amenas y de buen nivel estético, aunque aquí hay que abrir
un paréntesis y decir que la serie se estrenó con gran parte de
estas escenas censuradas (imagino que para que cuando saliese la
versión digital se publicase sin censura para poder exprimir un poco
más la producción). En cuanto a la banda sonora, no hay mucho que
resaltar: en principio, no parece que haya un fuerte vínculo ni
rasgo identificativo entre la música y el anime, lo único que
destaca de la banda sonora es el opening y el ending.
A
modo de resumen final y síntesis, decir que Tokyo Ghoul tiene
todos los ingredientes para crear un excelente anime de
ficción fantástica con toques de terror. Sin embargo, tras un
comienzo prometedor, la serie decae y sus puntos fuertes se debilitan
hasta desaparecer.
Nota:
3/10



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